Su denominación hace referencia a la localidad de Cardona, (Barcelona).[1] El primitivo señorío del vizcondado de Cardona, nació a partir del vizcondado de Osona en el siglo XI, y a finales del siglo X quedaría en manos de la familia Cardona.Pero es a principios del siglo X cuando los Cardona entran en el escenario de la historia.Su esposo, Bernardo Amat I de Cardona, que morirá un año después que su hijo Ramón Folch II (m. 1150), será el último vizconde de Cardona en ser enterrado en dicho monasterio, en 1151.Su buena relación con los condados pirenaicos (Urgel, Pallars, Castellbó) con los que les unían vínculos de sangre, los llevó a desempeñar, tradicionalmente, un papel de mediadores entre la corona y los condados de la Cataluña occidental, evitando muchos conflictos.