Concordatos de Constanza

Los delegados al consejo se habían sentado como cinco naciones -Inglaterra, Francia, Alemania, Italia y España- cada una con un voto.

Su principal importancia reside en el hecho de que, junto con los siete estatutos de reforma del papa Martín V, resolvieron todas las cuestiones pendientes y pusieron fin al cisma papal.

Mientras que el concordato inglés era perpetuo, los concordatos francés y alemán tenían una duración de cinco años (es decir, expiraban en 1423), ya que los franceses y alemanes acordaron remitir annates al papado sólo hasta que éste estuviera firmemente establecido y pudiera vivir de sus propios ingresos[4]​.

No se concederían tales dispensas como favores a los cortesanos de los señores seculares o eclesiásticos.

En 1867, el historiador alemán Bernhard Hübler sostuvo que el concordato francés se aplicaba también a Italia y España.