Cortes de León

Según la Memoria del Mundo de la Unesco son la cuna del parlamentarismo o, al menos, «el testimonio documental más antiguo del sistema parlamentario europeo».

[1]​ Las primeras que se celebraron se hicieron según la tradición de los Concilios de Toledo del reino visigodo, por lo que en realidad eran más bien concilios eclesiásticos con participación civil, o bien una reunión ampliada del aula regia.

Los que tienen lugar en León desde el siglo X han sido denominados en la historiografía con distintas expresiones, como "Cortes", o "junta de caudillos", o "consejo de magnates", o "sínodo", o "fidelis concilius".

Asistieron los arzobispos, obispos, abades, condes, príncipes y duques del Reino, y particularmente constan los nombres de la Reina Doña Berenguela, de la Infanta Doña Sancha, del Rey de Navarra D. García, del Rey moro Zafadola y de los condes de Barcelona y Tolosa y otros de Gascuña y de Francia que daban parias al Emperador, y se reconocían por sus vasallos».

Las Cortes del reino leonés se efectuaban de forma separada a las del castellano, en las que hasta 1250 no tuvo voto del estamento popular.