Concierto para guitarra y bandoneón

Sin embargo, fue hasta el siglo XX cuando se convirtió en un instrumento solista.

También en esa época, específicamente en 1983, Piazzolla conoció al Dúo Assad, a quienes compuso el Tango Suite para dos guitarras.

Debido al éxito recibido y el renombre internacional, Piazzolla fue nombrado ciudadano excepcional de Buenos Aires.

[7]​ La obra después se estrenó en diversas ciudades, pero con diferentes guitarristas, como Roberto Aussel y Baltazar Benítez.

[8]​ El concierto posee tres movimientos:[3]​[8]​ La pieza tiene una intención programática, pues narra la historia de dos bailarines (representados por los instrumentos solistas), quienes se presentan ante la audiencia, interactúan entre sí y con la orquesta.

En este, los dos solistas aparecen como una pareja reconciliada, tocando pasajes melódicos al unísono, como si bailaran a la par.