Está relacionada conceptualmente con la cognición, la mente, la psique, la percepción, el razonamiento, la inteligencia, el aprendizaje, la creatividad y otros procesos cognitivos.En las complejas funciones mentales, intervienen muchas zonas del cerebro microscópicamente discretas: tan importante es «dónde» ocurre la actividad neurológica como el «modo de» realizarse.[cita requerida] Charles Scott Sherrington, fisiólogo de principios del siglo XX describió el funcionamiento del cerebro como «un patrón efímero, siempre significativo, aunque nunca fijo, con una armonía dinámica de pequeños patrones, que funcionan como un telar».Estas células reticulares están tan extensamente conectadas que tienen una amplia influencia sobre la corteza y ellas mismas son estimuladas por impulsos nerviosos procedentes de distintas partes del cuerpo.Todos estos cambios ambientales los controla la glándula pineal, la cual segrega melatonina, hormona responsable del control biológico y las emociones, por ejemplo es difícil concentrarse cuando se está cansado y eso aumenta la posibilidad de errores o accidentes.Todavía no se conoce suficientemente como surgen los cambios desde los tan complejos esquemas eléctricos en los grupos celulares hasta las sensaciones y sentimientos de la conciencia.El encéfalo puede ponerse a funcionar de distintas maneras y cada una produce un mundo interior diferente.A veces es posible «engañar» al cerebro o se «autoengaña» (véase el artículo psique) y así el mundo exterior no coincide con el cuadro interior de imágenes, sonidos, recuerdos, percepciones, como ocurre por ejemplo en la sinestesia y las ilusiones visuales.Los neurotransmisores y los precursores cerebrales, evolutivamente derivan de las hormonas y enzimas empleadas por animales sencillos, para otras funciones que no eran neurológicas, como la activación del sistema nervioso ante los estímulos (facilitar la digestión, frío, calor, sed, cambios de presión, etc.) o desencadenar la conducta sexual.Casi todos los medicamentos hechos para alterar la química cerebral, como los antipsicóticos o los que inhiben los efectos del mal de Parkinson no son neurotransmisores sino precursores.El entramado biológico que se asigna para detectar la información, cuando proviene de una u otra fuente es diferente.Las fuentes de esta información principalmente son dos: Los fármacos modifican la experiencia del individuo por la influencia que ejercen sobre el encéfalo, en los receptores.En todos estos casos, se experimenta un mundo distinto por las modificaciones del funcionamiento cerebral inducidas por los fármacos.Otros deben alcanzar una cierta cantidad de concentración para influir, algunos neurotransmisores son a la vez activadores e inhibidores, etc.A comienzos del siglo XX solían emplearse los barbitúricos para calmar la excitación de las funciones mentales; en dosis elevadas adormecían al usuario.Otras técnicas menos energéticas, como la hipnosis, pueden modificar el mundo percibido produciendo en el sujeto una disociación entre diferentes aspectos de la conciencia.Así, por ejemplo, no sentirá una aguja clavada profundamente en la piel, y puede inducírsele para que vea imágenes seleccionadas de una revista.Las neurosis, en referencia a los trastornos sensoriales y motores causados por enfermedades del sistema nervioso son un término que abarca un gran número de patologías.En su estado normal, la consciencia permite al sujeto dar una respuesta apropiada a los estímulos sensitivos y sensoriales.Por actividad motora disminuida: Por actividad motora incrementada: Los estados de conciencia son estudiados por la psiquiatría, la psicología, la neurología y la medicina, y experimentados, o al menos se trata de inducirlos, por las drogas, la privación del sueño, la meditación, el yoga...Un enfermero procederá a otros estímulos y prueba de reflejos para profundizar en el balance neurológico.El encasillamiento de la palabra conciencia a su significado religioso en la Iglesia católica y por extensión, en las religiones cristianas, mayoritarias para el mundo hispánico, ha influido también.En otras épocas y otras culturas se ha identificado a la conciencia, con la voz de los dioses, la Virgen María, el corazón (me lo dice el corazón), los ángeles, los espíritus de los muertos, el déjà vu, la premonición, la precognición, el mundo mágico, y el subconsciente.La actividad de la conciencia o mundo interior, puede contribuir a explicar porque no somos iguales a nuestros antepasados y porqué solemos decir que tenemos una mente única, distintas opiniones y emociones variables.Se emplea el término «consciencia», en muchas traducciones de otros idiomas y como un término opuesto a inconsciente o subconsciente, para nombrar a determinadas funciones de la conciencia, sobre todo las relativas al raciocinio o entendimiento.La conciencia parece trazar una línea entre los sentimientos de la que pueden resultar acciones buenas o malas.La ontogénesis del cerebro humano le capacita para poder alterar las funciones mentales innatas con datos incorporados como condicionantes en su forma de interpretar la realidad.Esto provoca que la conciencia, de la cual forman parte el subconsciente, perciba algo y se almacene en la memoria.Durante el sueño, esa situación que pasó inadvertida, quizá porque no nos pareció trascendente o quizá porque ya de antemano teníamos tomada otra decisión consciente, se reelabora y nos prepara almacenándola en el recuerdo, aunque nunca haya sucedido y sea solo una ideación subconsciente.Integra varios tipos de información (sonidos, imágenes, olores, sensaciones) y los transmite como un todo.
La conciencia es el resultado de los genes y parámetros aprendidos de la
experiencia
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