Cuenta Claudio España que en esta película se usaron por primera vez armas de fuego verdaderas, custodiadas por la policía.
En la escena en que se mata a un perro el animal estaba atado con una soga muy larga por el cuello por lo que al sonar un tiro se asustó y salió corriendo y al quedar tirante la soga dio dos vueltas.
Con un ruido de bala en la banda sonora y una imagen del perro ensangrentado -en realidad estaba durmiendo- quedó completa la escena sin dañar al animal.
[1] La historia de un hombre que delinque con fines políticos a quien la policía persigue hasta abatirlo.
[2] Participaron del filme los siguientes intérpretes:[2] La crónica de La Nación señaló: "Escasa repercusión emotiva en el espectador...Los libretistas han proporcionado una obra de acción movida, con notas de melodramismo policial"[2] y Roland escribió: "Desconcertante film policial...no hay hondura en el relato ni profundidad en sus personajes".