Hay dos mercados para las compensaciones de carbono: el obligatorio y el voluntario.
[7] El Protocolo de Kioto ha establecido las compensaciones como una forma para que los gobiernos y las empresas ganen bonos de carbono, los cuales pueden luego ser cambiados en el mercado.
[8] El protocolo estableció el Mecanismo de Desarrollo Limpio (CDM por sus siglas en inglés), el cual valida y mide los proyectos para asegurar que produzcan beneficios auténticos y sean realmente actividades "adicionales" que de otra manera no se hubieran emprendido.
[14] Las compensaciones pueden ser una alternativa más barata o conveniente que reducir el consumo de combustibles fósiles.
[11] Las compensaciones se consideran una importante herramienta política para mantener las economías estables y mejorar la sostenibilidad.