El Artículo 6.4 estableció un nuevo mercado internacional de carbono que permite a los países o empresas utilizar los créditos de carbono generados en otros países para ayudar a cumplir sus objetivos climáticos.
Los créditos pueden moverse entre los diversos mercados en los que se comercializan.
La etiqueta depende del programa particular que certifique un proyecto de reducción.
[32] En esta convención se les pide a los países industrializados que periódicamente se realicen inventarios (mediciones) de las emisiones de gases, para de esta manera poder conocer el alcance real del problema y comprobar que las medidas aplicadas han cumplido con los objetivos.
Se toma como punto de referencia las emisiones del año 1990 para así poder comparar y comprobar los resultados.
Actualmente la Convención se considera casi mundial ya que 195 naciones han sido ratificadas.
Para el Protocolo, se debe tratar de manera diferente a los países desarrollados que a los que están en vías de desarrollo.
Cabe señalar que sólo las partes o países que hayan aceptado y ratificado el Protocolo se verán obligadas a cumplir con las normas.
El sistema ofrece incentivos económicos para que empresas privadas contribuyan a la mejora de la calidad ambiental y se consiga regular la emisión generada por sus procesos productivos, considerando el derecho a emitir CO2 como un bien canjeable y con un precio establecido en el mercado.
Según el estudio de Wigley, 1999, la implantación del Tratado de Kioto cumplido por todos los países del mundo, incluido los Estados Unidos, causará una reducción de 28 partes por millón (ppm) para 2050, o reducirá la temperatura predicha para ese año en 0,06 °C o, si no, retrasará la fecha en que debería cumplirse el aumento dicho en 16 años.
Una empresa que disminuye sus emisiones de CO2, de manera voluntaria, puede vender esta reducción a países desarrollados que están obligados a reducir sus emisiones generando beneficios económicos y ambientales.
[37] Muchas empresas participan ahora en programas de reducción, compensación y secuestro de emisiones, que generan créditos que pueden venderse en una bolsa.
Se encuentran en jurisdicciones que representan el 55% del PIB mundial.