Este último tramo fue clausurado en 1952 por el peligro que suponía la circulación de trenes por las calles vallisoletanas.
El rey Alfonso XIII acudió a la inauguración, y en 1917 entró en servicio Medina de Rioseco-Palanquinos.
El optimismo de las gentes en aquella fecha histórica para Palencia, Valladolid, León y Zamora quedó reflejada en un periódico local palentino como sigue: «Así se demuestra lo que somos, así se pone de manifiesto la voluntad de una comarca que trabaja, y con este trabajo honrado, contribuye a que la patria se engrandezca.
La trayectoria de este ferrocarril condujo a su ruina económica.
Material inventariado que no aparecía o estaba en condiciones deplorables.