Sus componentes están formados en diferentes especialidades, cabe destacarː protección de personas, buceo, conducción operativa, tiro con arma corta y arma larga, intervención operativa, artes marciales y formación sanitaria táctica.
Dinamarca fue el primer país en tener alabarderos, es decir, soldados armados con alabarda.
En los siglos XVI y XVII se solían llamar Alabarderos o Alabardas a los Sargentos de Infantería, porque usaban esta arma, aunque de asta más corta.
Componían las guardias de los Reyes y Príncipes de los diferentes reinos peninsulares, de gente escogida por su íntima confianza y tradicional privilegio, a la saz que de otros complementarios para hacer refuerzo de escoltas, elegidos por privilegio también pero ya por su destreza y experiencia demostradas en la guerra y que tenían a su cargo la inmediata custodia del Monarca, haciendo dentro y fuera del regio alcázar un servicio análogo al que realizaban en la segunda mitad del siglo XIX el Real Cuerpo de Guardias Alabarderos y otros en España.
Durante la Reconquista tuvieron los reyes sus guardias especiales, como los Monteros de Espinosa de la corte condal y después real de Castilla, las que al terminar la Edad Media y reformarse el Estado español tuvieron posición importante con: El Cuerpo de Alabarderos se constituyó en los primeros años del siglo XVI por disposición del Rey Fernando el Católico en 1504.