El Comité Yugoslavo (en croata: jugoslavenski odbor) fue una organización política subversiva formada por políticos eslavos austrohúngaros exiliados durante la Primera Guerra Mundial para promover la formación de un nuevo estado que agrupase a los eslavos del Imperio Austrohúngaro, al Reino de Serbia y al Reino de Montenegro.
Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial algunos políticos nacionalistas yugoslavos huyeron del Imperio austrohúngaro.
Entre ellos las figuras más destacadas que formaron una organización favorable al ideal yugoslavo fueron Ante Trumbić y Frano Supilo.
[4] El comité, que deseaba influir en la Triple Entente a favor de la creación de un nuevo estado yugoslavo,[2] disentía del gobierno serbio encabezado por el veterano político Nikola Pašić, que deseaba que la unificación fuese dirigida únicamente por Serbia, quedando el Comité como una mera agencia de propaganda.
[1] Los dirigentes croatas del Comité consideraban que la dirección del movimiento unificador en los territorios austrohúngaros debía corresponder a Croacia, y no llevarse a cabo por la expansión militar serbia, como defendía el gobierno de Pašić.
[5] Las posteriores negociaciones secretas entre Pašić, disgustado por el intento de la Entente de ceder territorios serbios a Bulgaria para ganarse su favor, y la Entente, dispuesta a ceder a Serbia territorios no asignados a Italia en el Tratado de Londres incluyendo parte de los poblados mayoritariamente por croatas, enfurecieron a los miembros croatas del Comité, especialmente a Supilo, que defendió el establecimiento de un Comité exclusivamente croata y, si fuese necesario, un estado croata independiente, postura que el resto del Comité, más preocupado por la amenaza de Hungría e Italia, no respaldó.
[7] Pašić lo consideraba como una maniobra para crear un ejército croata que arrebatase la gloria de liberar los territorios mayoritariamente eslavos del sur del Imperio austrohúngaro al ejército serbio.
[8] El rey pertenecería a la dinastía reinante en Serbia, la Karađorđević,[4] y la constitución sería redactada por una futura asamblea constituyente que debía aprobarla con una mayoría cualificada.
[12] Pašić se había opuesto rotundamente a la petición, argumentando que ya Serbia podía representar a todos los eslavos del sur en las negociaciones con el resto de países aliados.