Comendadora

Para distinguirla de los demás freilas, que en el modo común de hablar recibían también el nombre de comendadoras, se decía aquella comendadora mayor si era priora en propiedad, y solo presidenta, siendo interina: cuyas denominaciones y diferencias se conservan en la actualidad.

Por ampliación, se ha llamado y se llama comendadoras a las religiosas freilas de las otras dos órdenes militares de Calatrava y Alcántara, tal vez porque sus conventos o monasterios se fundaron y dotaron con una o más encomiendas.

Acaso también porque se creyese más adecuada esta denominación, aún después de incorporados perpetuamente a la Corona los maestrazgos de las cuatro órdenes militares.

En ella se disponía que, muertos los caballeros casados, si sus viudas que habían recibido el hábito, quisieran casarse, diesen cuenta al maestre o comendador.

El capítulo 45 de la regla ordenó en su virtud que quedasen en los monasterios aquellas mujeres cuyos maridos fuesen muertos y allí se conservasen sus hijas, hasta quince años y pudiesen quedar en la Orden, sucediendo lo mismo a los hijos.