Un combustible de motor es un combustible que se utiliza para proporcionar energía a los vehículos de motor de combustión.
Actualmente, la mayoría de los vehículos de motor en todo el mundo funcionan con gasolina o diésel.
Otras fuentes de energía incluyen etanol, biodiésel, propano, gas natural comprimido (GNC), baterías eléctricas cargadas desde una fuente externa e hidrógeno.
El uso de combustibles alternativos está aumentando, especialmente en Europa.
[1] Antes de decidirse por un tipo de combustible en particular, se deben considerar algunos factores:[2]