Combate de Santa Marta

[9]​ Santa Marta también se volvió una zona segura donde los realistas de otras provincias podían refugiarse.

[10]​ Como indica Jorge Elías Caro, cuando el orden virreinal colapsó la situación pronto se polarizó hasta dividir a las ciudades neogranadinas en patriotas o realistas.

Esto significaba que sus soldados estaban muy dispersos en la margen oriental del Magdalena.

[13]​ Sin embargo, igualmente pudieron rechazar varias pequeñas expediciones cartageneras y batir a su flotilla en el curso fluvial.

[17]​[19]​ Según el historiador colombiano José Manuel Restrepo, el gobernador Acosta y Hurtado de Mendoza en 1812 había logrado armar un ejército de 1.500 plazas, principalmente milicianos, para defender la línea del Magdalena.

[31]​[32]​ Acorde a Restrepo, la expedición republicana que ocupó Santa Marta era de 500.

Animado por el éxito, Labatut reorganizó sus fuerzas, elevadas a 340 hombres,[37]​ y el 18 de noviembre atacó Guáimaro, defendido por Pedro Domínguez con 400 soldados,[18]​ tomando toda la artillería, otros 4 bongos armados, una lancha cañonera[37]​ y 130 prisioneros.

[23]​ En esos momentos fue puesto bajo su mando el coronel Bolívar, quien consiguió tomar por asalto Tenerife,[40]​ donde se había refugiado Fernández Rebustillo,[23]​ el 25 de diciembre, tomando armas y botes con los que limpio la orilla del Magdalena hasta llegar a Mompox, desde donde comenzaría la campaña Admirable.

Sin embargo, las fuerzas sutiles lograron maniobrar y ponerse fuera del alcance de la artillería realista, dirigiéndose a Santa Marta.

Entonces aparecieron la familia Jimenos y el teniente Vicente Puyals[44]​ del batallón de milicias locales,[48]​ ofreciéndose reunir tropas y defender la ciudad a toda costa, pero el gobernador se negó incluso a darles los 400 fusiles de los almacenes que pedían.

[50]​ Puyals, que también era alcalde de primer voto, ya había embarcado su equipaje en la fragata Elena cuando decidió quedarse ante tal caos; para hacer espacio a la gente, los marinos terminaron por arrojar su equipaje al mar.

[24]​ También se estima que unas 700 lograron huir a Panamá, Cuba, Jamaica o Riohacha.

[50]​ Santa Marta estuvo expuesta a los ataques de guajiros y piratas desde su fundación en 1525, motivo para que se construyeran alrededor ocho fortines o casas-fuertes.

[51]​ El 6 de enero, Labatut entró en la ciudad con 500 soldados y emitió un bando declarando una amnistía para todos los habitantes.

[54]​ Luego quiso que el obispo local, Manuel Redondo, oficiara un Te Deum, pero aquel se negó y, de hecho, ni siquiera estuvo presente cuando entró triunfante.

[58]​ Las arbitrariedades fueron tales que incluso los vecinos patriotas fueron arrestados[57]​ y el hospital San Juan de Dios saqueado.

[57]​ Marcharon a Santa Marta, sumándosele en el camino numerosos patriotas cansados de los abusos.

Como los patriotas no atacaban, los monárquicos procedieron a cargar dirigidos por un tal Simeón.

[64]​ Así, las fuerzas sutiles en el puerto y la guarnición debieron rendirse,[67]​ capturándose más de 1.200 fusiles.

[68]​ Ante estas buenas noticias, el virrey en Panamá, Benito Pérez Brito, decidió enviar como nuevo gobernador al brigadier Pedro Ruiz de Porras.

[69]​ Redondo y Arias lograron escapar unos meses más tarde hacia Jamaica disfrazados.

También que al mencionar sólo a Labatut parece intentar crear una narrativa de una lucha contra representantes del Primer Imperio Francés.

[70]​ La derrota fue devastadora para la causa patriota en la región, no volviéndose a recuperar ese territorio hasta la batalla de Ciénaga en 1820.