Su especial proyección entre las otras «zagna» (criadas), se debe a su desarrollo en el modelo francés de la Comédie Italienne y a Goldoni que fijó este personaje en la comedia italiana del siglo XVIII.
Hábil, astuta e ingeniosa, sabe sacar partido de cualquier situación.
Goldoni le dio carácter y riqueza humana, sacándola del estereotipo de los zanni.
A pesar del ejemplo conocido de actrices como Isabella Andreini, "famosa por su talento, belleza y virtud",[2] y aceptado el hecho de que, en el pasado, ser comediante era casi sinónimo de maleante, las actrices de la comedia del arte, catalogadas en peores contextos, si cabe, que además actuaban sin máscara, solían recurrir al maquillaje para cambiar su cara y darle carácter al personaje.
No así en el teatro en Oriente En Uruguay, Colombina es una de las figuras que ha tomado el carnaval y la murga en particular junto a Pierrot —enamorado de Colombina—, Arlequín y Polichinela.