Tenía cinco años de edad cuando su padre Giulio se mudó a Roma, dejándolo solo con su madre.
De vuelta a Venecia, el comediógrafo escribió su primera obra de éxito en 1738, el Momolo cortesan, y en 1743 La donna di garbo, primer texto para el que escribió todos los papeles.
Nacieron así sus obras más logradas: El teatro cómico, manifiesto programático, en el que el autor se representó a sí mismo discutiendo con los actores reacios ante su forma de actuar y enunció su principio La commedia è stata inventata per correggere i vizi e metter in ridicolo i cattivi costumi, La bottega del caffè, La donna volubile, I pettegolezzi delle donne, La famiglia dell'antiquario, La criada amorosa (La serva amorosa), La figlia obbediente y por último La locandiera (La posadera), que marcó la consagración del autor.
Convocado en París como director artístico de la Comédie italienne, Goldoni tuvo sus más y sus menos con los cómicos del arte, aún más decididos que en Italia a defender su teatro de la improvisación, y con la frialdad del público francés, que aclamaba al Molière de la "Comédie française" y que en los espectáculos italianos solo apreciaba las chanzas.
Goldoni permaneció veinte años en Versalles donde organizó espectáculos en el palacio real y en los teatros de París y, recobrado su impulso creativo, en 1771 escribió en francés su última obra Le bourru bienfaisant.