[1] A veces se interpreta como un singspiel bajo su título en alemán Die Welt auf dem Monde.[3] La ópera tiene partitura para siete solistas vocales, un piccolo, dos flautas, dos oboes, dos fagotes, dos trompas, dos trompetas, timbales, cuerdas, coro masculino y continuo.Ecclitico, un falso astrónomo, trata de liberar a Clarice y Flaminia así como a su criada Lisetta de su sobreprotector padre Buonafede, para que se puedan casar con los maridos que han elegido, Ecclitico, Ernesto y Cecco respectivamente.La espiritualidad del genio de Rohrau eleva el trasunto cómico y le da una proyección universal.Los personajes se pueden categorizar de lo serio a lo cómico: Ernesto y Flaminia están en la vertiente más próxima a lo serio, Lisetta y Cecco en la vertiente francamente cómica al igual que Ecclittico que además tiene una fuerte determinación.Los recitativos del primer acto suelen ser cromáticos y complejos armónicamente hablando, un recurso muy original que crea una sensación de misterio.Estos recitativos alternan durante la mitad del 1.er acto con números instrumentales, un duetto con coro y breves cavatinas que dan ritmo a la acción.Estas 7 arias del 1.er acto, una para cada personaje, pertenecen a estilos diversos y dibujan a los protagonistas de forma realista, sin idealizaciones: La de Buonafede en Fa mayor es una parodia en la que se dan los dos elementos claves del personaje traducidos en música, cierta ingenuidad y despotismo, es también lo que se llama un “viejo verde”.Cecco con su aria “mi fanno ridere”, en forma estrófica, se mueve en el estilo popular austríaco, con la flauta acompañando a la voz.La segunda parte del Finale es un movimiento de ritmo frenético muy teatral, cómico y dramático a la vez.Se abre el acto con una introducción en Re mayor orquestal que describe magistralmente la luna con efectos especiales de las cuerdas jugando con los sonidos "armónicos".El recitativo “Buonafede ancor dorme” describe el despertar del personaje con el violonchelo tocando “sul ponticello”, un gran golpe de efecto.Tras el recitativo “Bravi bravíssimi” suena un delicado número de Ballet en Si b mayor coloreado con el piccolo que describe a las ninfas y pastores lunares.Acto seguido este estrafalario emperador interpreta el aria socarrona “Un avaro suda e pena” muy cómica y apta para sobreactuar en escena, si bien es poco acorde a la majestad de todo un Emperador Planetario, está cargada de sabiduría popular y sentido común.El aria de Ernesto “Qualche volta non fa male” es un contrapeso serio a tanto despropósito.Aparece Lisetta en escena y se encuentra en la supuesta superficie lunar con Buonafede, ambos interpretan el duetto “Non aver di me sospetto” en el que contrasta la brusquedad y malos modos del patrón frente a la desafiante criada que se defiende de los envites del amo.Tras un breve accompagnato Lisetta canta "Se Lo comanda”, un aria altamente contrastada, de nuevo con tempi distintos, en este caso 3, algo verdaderamente sorprendente: una primera parte tímida a tempo “moderato”, una segunda parte “allegro” más ambiciosa y una tercera parte “Vivace” en 6/8, todo ello ayuda a reflejar los estados de ánimo por los que pasa la protagonista tras ser informada de que va a ser Emperatriz Lunar.Tras este remanso de belleza vocal comienza el magistral Finale del acto II, una pieza antológica que mezcla en sus diferentes secciones el humor más hilarante imaginable, la parodia, el dramatismo explícito y la fuerza indomable de la orquesta sinfónica haydniana.
La "sala Haydn" del Palacio Esterházy en Eisenstadt.