[4] Pronto mostró interés por el arte, estimulado por el trabajo de su abuelo materno, el pintor y fotógrafo William Ferrier.
Estudió en la escuela primaria de Maori Hill, y más tarde en la Otago Boys' High School.
Acabada la guerra, viajó luego por toda la Isla Sur haciendo trabajos estacionales.
Por eso, en «esta época, sus paisajes representan playas, el mar, el cielo, la tierra, los barcos y de los árboles kaori.
Una segunda retrospectiva de su obra se presentó en 1972 en la Auckland Art Gallery (la primera, con Toss Woollaston, había tenido lugar en 1963).
Auckland Art Gallery presentó al año siguiente otra retrospectiva, Colin McCahon: Gates and Journeys.
[11][12] Tras este viaje, su percepción del espacio y de las proporciones cambió,[13] sobre todo en The Northland Panels, ocho carteles en óleo en gran formato (1,80 m).
[14] El Museo de Nueva Zelanda (Te Papá Tongarewa) describe sus paisajes como « rudos y vacíos (antes que pintorescos) ».
[3] La casa de McCahon en Titirangi es hoy un pequeño museo consagrado al pintor y a su familia.
[17] Sobre el mismo terreno se encuentra una casa-taller que acoge cada año a tres artistas en su residencia.
[19] En 2004, Television New Zealand produjo un documental[20] tal a su asunto, Colin McCahon: I Am, realizado por Paul Swadel.