En las universidades, la enseñanza se impartía en varios grados, que correspondían a distintas titulaciones: Bachiller, Licenciado, Maestro (Magíster) y Doctor.Tampoco es que los colegios fueran muy grandes; la mayoría de ellos albergaba unos pocos estudiantes, entre seis y diez.Solamente los más grandes tenían un número mayor, pero que, en cualquier caso rara vez llegaban a 30.Los colegios se situaron en las cercanías de la Universidad, desplazando la vida urbana hacia el norte de la ciudad, y formando algo que podría considerarse como lo que en lenguaje actual se llama campus.[5] El colegio Trilingüe, también llamado de mínimos, creado en 1511, daba las bases esenciales para el estudio: lenguas (latín, griego y hebreo), así como gramática y retórica.Hasta 1529 la cátedra de lenguas enseñaba, además del latín y griego, lo que ahora se llamarían lenguas semíticas: hebreo, árabe y caldeo, pero desde esa fecha era muy difícil encontrar profesores que conociesen árabe o caldeo (por las persecuciones religiosas), por lo que las lenguas semíticas se redujeron al hebreo.El edificio fue proyectado en 1556 por Rodrigo Gil de Hontañón, con traza renacentista.Muy dañado el edificio durante la invasión francesa, se rehabilitó parcialmente a partir de 1829.[7] A principios del siglo XX sufrió un incendio y, tras la Guerra Civil, otra vez rehabilitado en parte (quedaron unas alas inutilizables), albergó los Institutos de bachillerato Fray Luis de León (varones, en los pisos bajos) y Lucía de Medrano (chicas, en los altos).[2] Parece que solamente funcionó hasta 1551, pues su destino era para estudiantes andaluces y, al fundarse en Sevilla el colegio de Santo Tomás, se hizo innecesario el desplazamiento a Salamanca de los estudiantes.Se instaló en un edificio (cercano al colegio Trilingüe), cuyo patio fue reformado en 1749 por Andrés García de Quiñones.[2] Llamado a menudo Colegio Menor de Huérfanos, fundado, en 1542, por Francisco de Solís Quiñones y Montenegro, médico, obispo y secretario personal del papa Paulo III.Fue ocupado hasta mediados del siglo XX por el manicomio y, desde 1971, por la Facultad de Educación.En 1780 se fusionó con los Colegios de Cañizares, Monte Olivete y San Millán.Desde 1990 y tras una fuerte restauración, alberga la facultad de Geografía e Historia.Se fundó en el año de 1592, con el nombre de San Patricio Obispo, a instancias del rey Felipe II para amparar y enseñar a los irlandeses católicos perseguidos en su nación por la iglesia anglicana.[1] Fundado por Alonso Rodríguez Delgado en 1594, el edificio comenzó a construirse en 1600 y de 1605 son los primeros colegiales.Fundado en 1606 por don Alonso López de San Martín, desapareció a finales del siglo XVII.Creado en 1855 por el presbítero salmantino José Serra Vidal, para becar 10 colegiales, ocupó en 1904 un edificio construido en 1715 por el Cabildo Salmantino para hospicio de niños expósitos, obra de Joaquín Churriguera, y que actualmente alberga el Archivo General de la Guerra Civil Española, una sección del Archivo Histórico Nacional.[12] Fue fundado por el rey Carlos I en 1534 y se adscribió a la universidad en 1587.Fundado hacia 1570, se conserva parte del claustro, obra de Alonso Rodríguez y Juan Moreno.Ocupó varios edificios durante su vida hasta el cierre del Colegio, con la expulsión de los jesuitas en 1767.[12] Instalado en Salamanca como convento hacia 1166 o 1169,[15] en un edificio posterior trabajaron los hermanos José y Alberto de Churriguera.
Portada del edificio que ocupó el Colegio de Santa María de los Ángeles.