Junto con la Universidad y el Cabildo Catedralicio era un organismo de poder en Salamanca.
A lo largo del siglo XIII van creciendo de tamaño y poder las instituciones gremiales socio-religiosas.
El Abad de la Clerecía presenta al rey Felipe II los fueros para que los renueve, esta petición surge de una decisión real de renovar y revisar los fueros y anexarlos a la corona real.
En la actualidad la Real Clerecía de San Marcos aún existe.
Si bien su patrimonio mermó, aún conserva diversas propiedades en la ciudad cuyos alquileres o rentas dedica a obras de caridad.