Colegio García Quintana

El edificio, con fachada a tres calles, se articula gracias a dos patrios interiores que permiten encajar un programa complejo dotándolo de funcionalidad y claridad.El conjunto ha sido objeto de numerosas reformas, particularmente en su organización interior.Convertida en museo estable, desde entonces no ha dejado de crecer gracias a adquisiciones hechas por su primer director, donaciones de naturalistas, estudiantes universitarios y coleccionistas privados.Desde 2011 el MUVa distribuye sus colecciones de ciencias naturales en diez salas [Vertebrados inferiores, el Hombre, Artrópodos, Geognosia (cristalografía y mineralogía), Invertebrados no artrópodos, Paleontología, Mamíferos, Aves y Botánica] como uno de sus más importantes activos.A principios del siglo XXI estalló una fuerte polémica a partir de cinco casos de cáncer infantil diagnosticados entre los años 2000 y 2003 en este colegio.