Fue detenido en febrero de 1937 y condenado a muerte por un tribunal militar.
Primero se afilió a la Unión General de Trabajadores (UGT) y después al Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
En 1936 fue repuesto tras las elecciones del mes de febrero ganadas por el Frente Popular.
[1] Al estallar la guerra civil, la Casa Consistorial fue atacada desde la Plaza Mayor por militares sublevados y milicias falangistas.
García Quintana ordenó la evacuación de la sede municipal por la parte trasera.
El alcalde pudo huir hacía su domicilio en la calle de Teresa Gil, y posteriormente se escondió durante un tiempo en casa de su hermana en la calle Licenciado Vidriera.