Colegio Mayor Universitario Pedro Cerbuna

En la primera etapa, la Residencia estuvo dirigida por Miguel Allué (1924-1927), y después por de Carlos Riba García (1929-1936).

La Residencia organizó numerosas actividades para sus residentes y se convirtió, en lugar de visita habitual para muchos estudiantes y antiguos alumnos de la Universidad, que pasaban por Zaragoza.

La segunda sede estuvo en la Gran Vía (hoy paseo Fernando el Católico, n.º 2).

Los cuatro pisos que componían el Colegio, alojaban a un centenear de estudiantes.

Las actividades más sobresalientes de estos años fueron: La Tertulia Literaria, por donde pasaron para impartir sus enseñanzas, personajes tan sobresalientes como Gerardo Diego, Carmen Conde, Eugenio Frutos, José María Pemán, Antonio Beltrán Martínez, Luis Horno Liria, Ricardo del Arco, Federico Torralba...

Recitales-conciertos, premios literarios para universitarios españoles e hispanoamericanos (curso 1948-1949), colaboraciones recíprocas con la prensa local: El Noticiero, Amanecer o Heraldo de Aragón.

En los años 40, la organización y dirección del Colegio venía determinada por la Ley de Ordenación Universitaria.

La carrera escogida por un gran número de ellos fue Medicina, y en la actualidad ejercen bastantes la profesión en España.

El mismo Celso Gutiérrez Losa, director durante los años 1965-1971 recuerda, en las Memorias del Cerbuna, el ensombrecimiento de la atmósfera de armonía, como consecuencia de factores externos al Colegio, que con virulencia habían irrumpido en la Universidad y en otras colectividades y que, tendría su máximo exponente, a nivel mundial, en el Mayo francés del 68.

Los universitarios, requerían una participación más activa, y se veían capacitados para representar a la sociedad en las demandas de cambio.

Importantes actividades culturales se llevaron a cabo durante estos años: "Muestra de Pintura Aragonesa actual" (con obras de José Beulas, José Luis Cano, Antonio Saura y Pablo Serrano, entre otros) que tuvo lugar, en la sala de exposiciones, inaugurada entonces en el Colegio.

Joaquín Lomba, señala en las Memorias, que en este borrador la primera condición era que "su Director no fuese designado, como hasta entonces, directa y exclusivamente por el Rector, sino por el propio Cerbuna, a golpe de urnas y papeletas".

A partir de entonces, los consejos colegiales serían aún más importantes, ya que, se decidiría todo: organización laboral, actividades culturales, reformas en el edificio, admisiones, sanciones,...

Es en estos años, cuando se reforma el comedor, atendiendo a la idea del Rectorado de que el Cerbuna, alojara un comedor universitario, no sólo para los residentes del Colegio sino para las colegialas del Santa Isabel, y para todo el profesorado que lo precisara.

El siguiente director del Colegio, será el catedrático de derecho romano Esteban Varela Mateos (1984-1989), que recuerda en las Memorias, la conversión en mixto del Colegio mayor y, los desvelos y preocupaciones ocasionadas por las novatadas a los nuevos residentes.

La consolidación del Cineclub Cerbuna, así como la organización de varios concursos (Zerburrock, fotografía,...) han convertido en los últimos años al Colegio en un referente en la vida cultural universitaria y de Zaragoza en general.

En estos últimos años, la vida del Colegio Mayor, se ha ido desarrollando con la actividad y el dinamismo que le ha caracterizado, en estos más de 90 años de existencia.