El colectivo estuvo activo durante aproximadamente 10 años, dejando de trabajar en conjunto en el año 2013.
Lo anterior basándolo en la ideología feminista del colectivo, con la intención de formar seres sensibles y críticos, reflexivos, que se involucren activamente en la sociedad de la que forman parte.
Al Colectivo le parece importante capacitar a las personas interesadas para lograr un involucramiento sucesivo y dar continuidad a la concretación de redes humanísticas y humanitarias.
[3] Palabras de Arena se ha visto involucrado en programas de intervención social y proyectos autogestivos en escuelas públicas, en colegios privados, bibliotecas, en organizaciones civiles y eventos culturales, así como ha desarrollado otros dirigidos a espacios informales como la vía pública, las calles, plazas, parques, hospitales, albergues, comedores infantiles, guarderías comunitarias, camiones de transporte público, en oratorios salesianos, festivales, centros comerciales, fiestas infantiles, centros comunitarios, para trabajadores y trabajadoras de maquiladora, en estancias infantiles, fraccionamientos privados, en el Tribunal para menores y en el Centro de Readaptación Social para Adultos (CERESO), entre otros.
El Colectivo se opone a las políticas calderonistas por considerarlas represoras y fascistas, disfrazadas ridículamente.
El espacio para la biblioteca lo otorgó la familia Ramírez Vázquez quienes continuamente se comprometen en acciones culturales de diversas índoles.
[14] Desde el 2009, el colectivo trabaja con apoyo del Departamento de Cultura del Consulado Americano en Ciudad Juárez, a través de Juan Pablo Santana, para promover la literatura estadounidense, en especial textos literarios chicanos.
Ahí se impartieron actividades permanentes infantiles como el programa ¨Literabroseando¨ y se han llevado a cabo cursos avalados por el ICHICULT (Instituto Chihuahuense de la Cultura) de Literatura fronteriza, chihuahuense y chicana ("Letras Bravas") así como de Literatura Erótica ("No te metas con mi cucu: Literatura Lúbrica"); además efectuaron actividades itinerantes en Toluca y municipios aledaños con los compañeros del Kantón Libertario, llevando muestras poéticas, tendedero de libros, cuenterías, performance, etc.
Este Festival buscaba ser un evento que ampliara el abanico artístico, con características únicas ya que no había precedente de algo similar en la ciudad de Ojinaga.