[2] El colecho se practicó ampliamente hasta el siglo XIX en Europa hasta que las casas comenzaron a tener más de un dormitorio y los niños su propia cuna.En muchas partes del mundo el colecho se practica simplemente para mantener al niño caliente durante la noche.Recientemente se ha reintroducido el colecho en la cultura occidental por los partidarios de la crianza con apego, que incluyen el colecho entre las prácticas naturales para una crianza saludable y feliz de los niños.Se defiende la práctica del colecho por una serie de aspectos:[3] Se ha indicado diversas razones para no realizar el colecho: Diversas organizaciones (OMS, UNICEF, AEP) recomiendan una serie de precauciones a tener en cuenta a la hora de acostar al bebé y/o colechar:[8]Acostar al bebé en una cuna "side-car" adosada a la cama proporciona casi todas las ventajas del colecho sin dar lugar a situaciones de riesgo para el bebé, especialmente en el caso de bebés que no son amamantados.