Tras la Revolución francesa, la colección fue vendida por Felipe Igualdad a una sociedad inglesa liderada por el duque de Bridgewater.
Las pinturas robadas del castillo de Praga por los suecos habían sido reunidas por el emperador Rodolfo II, quien las había adquirido de la colección privada del cardenal Granvela.
En Roma, la reina exiliada amplió considerablemente la colección con adquisiciones y regalos de príncipes católicos.
En esta época la colección incluía 28 tizianos (entre ellos, varias poesías que había encargado Felipe II de España), 19 rubens, 16 veroneses, 12 raffaelos, 12 tintorettos, 10 van dycks, 6 rembrandts, 3 correggios, 3 caravaggios, 3 leonardos y 2 michelángelos, entre otros.
Ese mismo año, el duque de Orleans vendió por 350,000 libras 147 pinturas alemanas, flamencas y holandesas a una sociedad británica que las colocó en venta en Londres.