Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno (Úbeda)

En cualquier caso, está suficientemente documentado que desde los primeros años del siglo XV existía en la iglesia de Santo Domingo de Silos una capilla dedicada a Jesús Nazareno, por lo que no resulta descabellado pensar que ya por esas fechas existía cierta organización penitencial en torno a esta advocación.Estos hermanos del Dulcísimo Nombre de Jesús debieron adquirir imagen propia de Jesús con la Cruz al hombro durante el primer tercio del siglo XVI.Imagen de candelero tallada muy posiblemente en la primera mitad del siglo XVI, inspiraba –según las crónicas antiguas– hondo patetismo a cuantos la contemplaban.Durante muchos años la procesión se celebró en la tarde del Jueves Santo, tras haber confesado y comulgado los hermanos.La Verónica, por su parte, debió incorporarse a la procesión ya mediado el siglo XVII.Todas estas imágenes también fueron destruidas al inicio de la guerra civil española.En ese momento la cofradía del Dulce Nombre atravesaba graves problemas por falta de hermanos – duro debía ser soportar el azote –.El acuerdo determinaba que en años alternos se procesionarían las imágenes del Dulce Nombre y el Jesús Caído de la cofradía de La Trinidad – finalmente se procesionó sólo el Dulce Jesús de San Andrés, por la gran devoción que despertaba en la ciudad – y que se procesionaría al amanecer del Viernes Santo, como hacía la cofradía de Santa Elena.Desaparecieron los flagelantes –auténtica reminiscencia medieval de la cofradía del Dulce Nombre– y se hicieron habituales en la procesión los hermanos con cruces que aportó la cofradía de la Trinidad.Esta fusión permitiría a la cofradía transitar por los siglos con una estabilidad desconocida por las demás cofradías ubetenses, mientras la imagen de Jesús Nazareno seguía concitando los más grandes fervores colectivos.Esta penuria, sin duda, debió afectar a la propia Cofradía de Jesús.En los últimos años del siglo XIX y principios del XX la Cofradía acomete importantes empresas y se procede, en 1908, a la fijación de la procesión de manera muy parecida a como hoy se la conoce.En esa fecha se acuerda que los hermanos vuelvan a procesionar con capirote y con la cara tapada (hasta ese momento, y posiblemente desde el reinado de Carlos III, venían haciéndolo con un capuz que dejaba la cara descubierta) y se suprimen los cuatro pasos que formaban la procesión, reuniendo en un solo trono las imágenes de la Virgen María, San Juan y la Verónica.Logró salvarse, no obstante, una parte considerable de su patrimonio histórico y la cofradía vivió durante tres años en completa clandestinidad.Finalizada la guerra civil española la Cofradía se ve obligada a partir prácticamente desde cero, encargando nuevas imágenes y superando todo tipo de dificultades para poder procesionar dignamente en la mañana del Viernes Santo a partir de 1941.La nueva imagen de Jesús Nazareno fue realizada en 1940 por el gran escultor Jacinto Higueras.Esta imagen fue sustituida en 1959 por la magnífica talla de Francisco Palma Burgos, que ha sido devuelta a su esplendor este mismo año, tras la restauración realizada por Bartolomé Alvarado Carrasco.