Aunque esta Virgen es venerada, según tradiciones y leyendas, desde el siglo xii, es en 1554 cuando se presentan los estatutos de fundación de la cofradía para ser autorizados por el obispo.
Hoy en día su templo es San Millán, situado en el histórico y pintoresco arrabal medieval homónimo, el precursor de la veneración a esta virgen.
También lo es por su solemnidad, ya que no va acompañada de banda, se ve constantemente interrumpida por la devoción de los ubetenses que le cantan preciosas saetas.
Aproximadamente a las 21:15 la cofradía llega a la plaza Vázquez de Molina desde donde proseguirá su camino junto con el resto de hermandades en la Procesión General.
La antiquísima talla de la virgen fue destruida en la guerra civil española.