El Club Ciclista de San Sebastián fue fundado en febrero de 1907[1] como un club deportivo dedicado a la práctica del ciclismo, pero este deporte contaba por aquella época ya con cierta tradición y una gran afición en la ciudad.
El principal impulsor de esta afición fue Julián Comet, un ciudadano francés, afincado en la ciudad a finales del siglo XIX, quien, a través del comercio que poseía, fue el introductor de la bicicleta en la ciudad.
Los donostiarras se proclamaron campeones del torneo derrotando en la final a los madrileños por 3-1.
La plantilla donostiarra estaba formada por Pedro Bea, Alfonso Sena, Manuel Arocena, Domingo Arrillaga, Bonifacio Echeverría, José Rodríguez, Miguel Sena, Mariano Lacort, C. F. Simmons, G. McGuiness y J. Biribén.
Molesto por el trato recibido por parte de los footballeurs a los que había ayudado unos años antes, Comet lanzó una famosa maldición que fue durante mucho tiempo recordada en San Sebastián: Jamás la Real será campeona.