Clorinda Sarracán

)[1]​ fue una mujer argentina condenada a muerte por ser partícipe del asesinato de su esposo, el italiano Jacobo Fiorini en 1856.Fiorini entonces decidió bajar y recostarse sobre el amplió sofá del salón mientras su esposa se dirigía a la cocina.Durante la mañana en la tierra removida decidieron plantar coliflor para disimular el lugar donde se hallaba el cuerpo.Pero todo cambió el 29 de octubre cuando se presentó en la hacienda el juez Miguel Navarro Viola, acompañado por un escribano, dos médicos oficiales y algunos policías.Remigio, el hermano de Crispín, logró escapar, aunque sería atrapado un mes después en Mercedes.Tejedor no discutió los hechos y apeló a un golpe de efecto.La declaración causó conmoción entre los presentes en el juicio, aunque nunca llegase a confirmarse.Y desde que abandonó la cárcel, nunca más volvió a saberse de ella.Clorinda Sarracán fue quizás la última mujer en haber recibido legalmente una sentencia de muerte en Argentina, la cual posteriormente sería abolida en el país.