Plutarco pidió ayuda a Atenas, que le envió un contingente militar bajo el mando del estratego Foción.
[6] Poco después, Clitarco tuvo la posesión exclusiva del gobierno, pero no parece que estuviera en abierta hostilidad con Atenas, sino que según menciona Esquines se acercó a Atenas,[7] aunque ocupara Eretria para Filipo, podría haber roto su relación con el monarca macedonio.
Los atenienses enviaron embajadores para solicitar su consentimiento para alcanzar un acuerdo para unir Eubea bajo un gobierno confederal, en ese momento proateniense y que tuvo su congreso en Calcis, al cual Atenas fue también para transferir las contribuciones anuales de Óreo y Eretria.
Sin embargo, el plan falló y en el 341 a. C. Demóstenes llevó adelante un decreto para enviar una expedición militar a Eubea.
Esquines, en cuya casa los enviados se alojaron,[4] parece que apoyó su causa en la Ekklesía (Asamblea del pueblo).