Es particularmente importante que, para estas piezas, se haya podido establecer una identificación entre un texto clásico y un hallazgo arqueológico material.
Pertenecen al estilo arcaico, con un aspecto más musculoso, tosco y primitivo que otros kuroi.
Como en toda la estatuaria griega, de este o posteriores periodos, no hay rasgos individualizadores que permitan considerarlos retratos, pues lo que se busca es una representación idealizada de carácter universal.
En cierta ocasión que esta iba de camino a un festival en honor de la diosa, los bueyes que tiraban del carro cansados del recorrido retrasaron el paso; entonces ambos hermanos desengancharon el carro y tiraron del mismo el camino completo (se hace referencia en varios textos que la distancia fue de 45 estadios, u 8 kilómetros).
La diosa le concedió el deseo y dio a sus hijos lo mejor que podría desear un mortal: a los muchachos, exhaustos, los encontraron tumbados en el suelo en lo que creyeron era un profundo sueño, cuando en realidad habían fallecido.