El Dr. Clemente Morán tenía un personalidad bastante polémica y algo grosera, demostraba gran talento para la poesía y la prosa, la cual utilizaba generalmente para atacar a personajes que no lograban congeniar con su carácter satírico.
Morán entre 1791 y 1795 atrevidamente colocó pasquines en las puertas de las iglesias de La Serena haciendo un llamado a seguir las ideas de la revolución francesa, lo que posteriormente le costaría un proceso en su contra llevado a cabo por el gobernador del reino Don Ambrosio O'Higgins, quien debió hacer suyas las medidas que estableció el subdelegado de La Serena en esa época.
Clemente Morán fue trasladado a Santiago para seguirle un bullado pleito en que se le atribuyeron crímenes de "lesa majestad", la publicación de pasquines en la ciudad y escribir consignas sostenidas en ideas revolucionarias inspiradas en Francia.
El asunto se llevó con delicado tino puesto que Morán era nada menos que el Sacristán Mayor de La Serena, un alto puesto en esa época.
Uno de sus rivales, otro cura serenense llamado Fray Francisco de Borja Lopéz, le dedicó sendos versos que vaticinarían los últimos años del controvertido Clemente Morán.