Al cable a veces simplemente se le retira el aislamiento exterior en su extremo, y en otras ocasiones se dobla en forma de U o J para ajustarse mejor al eje del tornillo.
También se usan con frecuencia en el cableado eléctrico, para conectar enchufes e interruptores a la red, y para conectar electrodomésticos como la secadora o el horno a un circuito aislado en un hogar.
Esto permite una gran facilidad para distribuir la electricidad hacia varios puntos diferentes.
Además, las conexiones son muy seguras, tanto física como eléctricamente, ya que hacen un contacto firme con una gran sección del cable.
Esto también lleva a la desventaja de que puede darse el caso de necesitar varios minutos para apretar o soltar una clema; que con otro sistema hubiera bastado conectar o desconectar.