Su primer libro, Urban Slavery in the American South, fue su tesis doctoral en la Universidad de Chicago.
En ese momento, se dio cuenta de que las trabajadoras habían sido ignoradas en gran medida en la historia económica y se propuso estudiar cómo evolucionó la fuerza laboral femenina y su papel en el crecimiento económico.
UU., que culminó con su discurso presidencial de la Asociación de Historia Económica, The Human Capital Century and American Leadership: Virtues of the Past (El siglo del capital humano y el liderazgo estadounidense: virtudes del pasado) (2001).
Trabajó con Lawrence Katz para comprender la historia de la desigualdad económica en Estados Unidos y su relación con los avances educativos.
Durante esos años también publicó una serie de importantes artículos sobre género: Orchestrating Impartiality: The Effect of 'Blind' Auditions on Female Musicians (Orquestar la imparcialidad: el efecto de las audiciones 'ciegas' en las músicas, con Rouse, 2000) se encuentra entre sus artículos más citados.
Su discurso presidencial de la Asociación Económica Estadounidense, "Una gran convergencia de género: su último capítulo", estableció lo que debe contener el último capítulo para que haya igualdad entre hombres y mujeres en el mercado laboral.