Clasificaciones paralímpicas de esquí alpino

Las clasificaciones se agrupan en tres tipos: de pie, en silla, y deficientes visuales.

Algunos sistemas de clasificaciones están gobernados por otras instituciones aparte del Comité Paralímpico Internacional, como las Special Olympics.

En esa época aún no se había desarrollado el equipo necesario para permitir la participación de esquiadores con lesiones en la columna vertebral.

Los esquiadores con deficiencias visuales compiten con la ayuda de guías que les dirigen por las pistas.

Los esquiadores se clasifican en función de la evaluación médica y su posición corporal cuando esquían.

Los esquiadores con deficiencias visuales se valoran únicamente en función de la evaluación médica.

[7]​ La clasificación para personas con parálisis cerebral es complicada porque los niveles de espasticidad pueden variar durante la carrera.

[10]​ Más allá del nivel de deficiencia visual, estudios realizados en el Central Institute on Employment Abilities of the Handicapped en Moscú han encontrado diferencias en las capacidades funcionales basadas en las diferencias en agudeza visual, lo que juega un papel importante al esquiar.

Para invierno nuestro objetivo es tener tres clases, como en silla, de pie y deficientes visuales: ese es sin duda el futuro que todos esperamos.

En 1980 había dos organizaciones que manejaban las clasificaciones, la ISOD y la Federación Internacional de Juegos Stoke Mandeville (ISMWSF, en sus siglas en inglés).

La ISMWSF estaba al cargo de las clasificaciones para atletas con discapacidades relacionadas con las columna vertebral.

[14]​ En 1983, las reglas para este deporte y la aprobación para las clasificaciones las realizaba la CP-ISRA,[15]​ pero en 2002, las reglas que rigen este deporte, incluyendo la clasificación, se establecieron según el Manual del Comité Paralímpico Internacional de 1994.

[16]​ Este deporte está abierto a todos los competidores con una discapacidad física o visual.

Las personas con parálisis cerebral y epilepsia podían ser clasificados siempre que su condición no interfiriera con su habilidad para competir.

[22]​ Las clasificaciones se basaban en el sistema clasificatorio diseñado para las pruebas de atletismo.

[25]​ Para 1984, había cuatro organizaciones que se encargaban de regir las clasificaciones para este deporte.

Noruega trabajó para cambiar esto añadiendo las clasificaciones para silla-esquí a los Campeonatos del Mundo de 1986.

[16]​ Para los Juegos Paralímpicos de Salt Lake City 2002, los clasificadores fueron Mirre Kipfer, Bob Harney, Richard Altenberger y la Dra.

En aquel momento, los administradores del deporte intentaban introducir el esquí para discapacitados en competiciones para personas sin discapacidad tales como los Juegos Olímpicos.

Al mismo tiempo, personas como el vicepresidente primero del CPI, Jens Bromann, sacaron a la palestra el tema de si las clasificaciones para ciegos debían combinarse o no en una única clase como se hace en otros deportes para discapacitados.

[18]​ El sistema de clasificaciones de tres grupos, que utilizaba el Realistic Handicap Competition and Kreative Renn Ergebnis Kontolle (RHC-KREK), se empleó por primera vez en los Juegos Paralímpicos.

[31]​ De cara al futuro, el Comité Paralímpico Internacional, el mayor órgano encargado de clasificaciones del deporte para discapacitados, trabaja en mejorar las clasificaciones para que sea un sistema basado más en la evidencia que en el rendimiento, para no castigar a los deportistas de élite cuyo rendimiento les hace figurar en clases superiores junto a competidores que entrenan menos.

El guía le dice al esquiador cosas como cuándo debe cambiar su peso de lado, los elementos del circuito que se aproximan, y cómo posicionarse para aprovechar las carreras diágonales de la pista.

Las clasificaciones se agrupan en tres tipos: de pie, en silla (en la imagen), y deficientes visuales. Estos tres tipos se subdividen a su vez en un total de 13 clases, en función del grado de discapacidad.