Por ello, el entonces protectorado neerlandés de las Indias Orientales Neerlandesas (actual Indonesia) fue el primer representante asiático en la máxima cita del fútbol mundial; asistiendo al Mundial de Francia 1938.
Para el Mundial de 1954, por primera vez se jugaron partidos de clasificación en Asia, clasificando Corea del Sur sobre Japón, siendo el primer equipo del continente en obtener su tiquete al certamen mediante la eliminatoria.
Nuevamente se presentaron dos equipos para el proceso clasificatorio del Mundial de 1958.
Finalmente, Corea del Norte decidió jugar por el cupo mundialista, venciendo a Australia.
La negativa de los equipos asiáticos para jugar partidos de clasificación continuó cuando Corea del Norte no optó por jugar rumbo al Mundial al encontrarse Israel en su grupo.
Al cuadrangular final llegaron Arabia Saudita y China, junto a los dos primeros que avanzaron a la Copa del Mundo, Nueva Zelanda y Kuwait, ambos debutantes en la máxima cita del fútbol mundial.