El tamaño final era relativamente pequeño, comparable al de las corbetas británicas.
También se adoptaron turbinas directas Parsons, lo que conllevó una reducción de la potencia final a 21.500 HP, respecto a los 38.500 de los Minekaze.
Varias unidades no alcanzaron a ver acción en la Segunda Guerra Mundial.
También se les eliminaron los tubos lanzatorpedos, piezas artilleras y los dispositivos para desplegar minas, siendo sustituidas por seis antiaéreos de 25 mm, 36 cargas de profundidad y lanzadores para las mismas.
Del mismo modo, otras unidades fueron convertidas en buques de apoyo y suministro.