Todos los buques de esta clase recibieron como nombre fenómenos celestiales.
Tras finalizar su construcción, todos fueron usado activamente durante la Guerra ruso-japonesa de 1904-1905.
Todos los navíos fueron encargados a Yarrow Shipbuilders Limited, situados en el barrio de Poplar, Londres, y considerados el mejor astillero del mundo en lo referente a construcción de torpederos y pequeños navíos de guerra.
El puente y la plataforma de cañón delantero apenas sobresalían por encima de la proa, lo que provocaba frecuentes inundaciones en la torre.
El Akebono y el Oboro volvieron a ser utilizados en combate tras el inicio de la Primera Guerra Mundial, durante la batalla de Tsingtao y en las operaciones posteriores para apoderarse de las posesiones coloniales alemanas en el Pacífico sur.