Clase Clemenceau

Antes de él la Marine Nationale tuvo en servicio cinco portaaviones: Poco después del fin de la Primera Guerra Mundial Francia se hizo con un portaaviones mediante la conversión del acorazado Bearn.

Aunque grande no llevaba muchos aviones y nunca participaría activamente en combate.

En 1945 comenzaron los estudios para reemplazar al viejo portaviones Bearn, en parte usando los diseños realizados para la clase Joffre.

Con el fin de la guerra la armada francesa incorporó portaaviones ligeros transferidos desde Gran Bretaña y Estados Unidos.

El primero de unas 35.000 toneladas, comparable, pero más pequeño que la clase Audacious, incorporaría las últimas ideas.

En Indochina la armada francesa rotó sus cuatro portaaviones y sus escuadrones aéreos fueron un bienvenido refuerzo.

Sus F4U Corsair bombardearon bases aéreas egipcias alrededor de El Cairo y apoyaron a las tropas francesas.

La nueva clase Clemenceau fue concebida para sustituir a esos ya viejos portaaviones y así modernizar la flota.

Tomaron todo lo que era atractivo para los franceses de los portaviones británicos y estadounidenses, pero se inclinaron más por estos últimos.

Podían embarcar hasta 40 aeronaves en distintas configuraciones, la mitad que los portaviones de la US Navy.

Más tarde participaron en la Operación Balbuzard durante el conflicto de ex-Yugoslavia entre 1993 y 1996.

Durante su primera década de servicio la Marina francesa contaba con tres portaaviones, dado que el Arromanches se utilizaba para calificar pilotos y guerra antisubmarina, con los aviones Breguet Alizé.

El Foch fue vendido a la Armada brasileña en noviembre de 2000, donde fue rebautizado Sao Paulo (A-12).