El Tratado le da derecho de excepción en lo referente a justicia y asuntos internos.
[2] También se han concedido otras cláusulas similares en materia de defensa y ciudadanía europea.
El Acuerdo de Schengen, por ejemplo, se adoptó solo parcialmente, ya que Irlanda no participa en ella.
Los motivos de estos dos Estados miembros para interponer estas excepciones son diversos.
También la República Checa anunció que se sumaría a este protocolo, y así lo exigió su presidente Václav Klaus como requisito para ratificar el Tratado de Lisboa.