Las citoquininas o citocininas son un grupo de hormonas vegetales (fitohormonas) que promueven la división y la diferenciación celular.
Su nombre proviene del término «citocinesis» que se refiere al proceso de división celular.
Son hormonas fundamentales en el proceso de organogénesis en las plantas y en la regulación de diversos procesos fisiológicos como fotosíntesis, regulación del crecimiento (dominancia apical), senescencia, apoptosis (muerte programada) vegetal, inmunidad vegetal (resistencia a patógenos), tolerancia y defensa ante herbívoros.
Las citoquininas naturales pueden definirse estructuralmente como moléculas derivadas de adenina con una cadena lateral unida al grupo amino 6 del anillo purínico.
Sin embargo hoy en día se sabe que son sintetizadas en cualquier tejido vegetal: tallos, raíces, hojas, flores, frutos o semillas, y que juegan diversas funciones muy importantes.
El movimiento de las citocininas en la planta, puede ser tanto hacia al ápice como a la base.
Algunos de los usos más relevantes son: En varias especies se ha establecido que las citocininas estimulan el amarre de los frutos y en particular en aquellos que son del tipo carnoso.
Esto es regulado en parte por la presencia de citocininas y otras hormonas.
La administración de citocininas en frutos cuando la división celular se encuentra en la fase de mayor intensidad contribuye al tamaño y por ende rendimiento y calidad del cultivo.
Las CTS son partícipes de este proceso en cuanto a que los tejidos activos producen esa hormona para estimular la división celular y con ello establecer una “base” o estructura sobre la cual continúe el crecimiento.
Al llegar a una edad adulta o bien por condiciones de estrés, los órganos pierden la capacidad de mantener su actividad metabólica y por ende se sintetizan menos citocininas y en donde faltan estas, la senescencia es una condición prevalente.