Cuando se produce una obstrucción en alguna de las arterias coronarias o sus ramas, las células del corazón resultan dañadas por no recibir el oxígeno y los nutrientes que necesitan para realizar su función.[4] Las arterias coronarias izquierda y derecha junto con sus ramas principales discurren por la superficie del corazón, por lo que se llaman arterias coronarias epicárdicas, las ramas más pequeñas (arterias intramiocárdicas) penetran en el espesor del miocardio, se distribuyen entre los estratos musculares y se ramifican en arteriolas y capilares.[5] Los vasos que realizan la circulación de retorno del músculo cardíaco se conocen como venas coronarias y transportan sangre con poco oxígeno, desde el miocardio hasta la aurícula derecha.[6] En condiciones basales el flujo sanguíneo coronario es entre 250 y 300 ml de sangre por minuto.El segundo mecanismo regulador tiene lugar a través del sistema nervioso autónomo.