El trabajo de los directores George Cukor, Douglas Sirk, Max Ophüls y Josef von Sternberg se ha asociado con el género cinematográfico femenino.
[3] Joan Crawford, Bette Davis y Barbara Stanwyck fueron algunas de las estrellas más prolíficas del género.
[5] Cuando el cine femenino aún estaba en una etapa incipiente, no se la consideraba un género completamente independiente.
[9] En el cine femenino se consideró estrechamente relacionada e incluso sinónimo de melodrama.
[10] Otros términos comúnmente utilizados para describir al género fueron «drama», «romance», «historia de amor», «comedia dramática» y «telenovela».
[13] El cine femenino se diferencia de otros géneros cinematográficos en que está dirigida principalmente a mujeres.
A medida que las heroínas de las películas fueron castigadas por seguir el camino equivocado y finalmente reconciliadas con sus roles como mujeres, esposas y madres, Basinger sostiene que las películas de mujeres «se contradicen hábilmente a sí mismas» y «reafirman fácilmente el statu quo de la vida de la mujer mientras proporcionan poco lanzamientos, pequeñas victorias o incluso grandes lanzamientos, grandes victorias.»[18] Para empezar, al contrario que las películas para hombres que, con bastante frecuencia, se graban en exteriores; las dirigidas a las mujeres se ambientan/enmarcan en el ámbito doméstico,[19] con lo que la vida y el papel de la protagonista femenina quedan determinados por este ámbito.
[20] Por otro lado, de la misma manera que la naturaleza y la sociedad caracterizan socialmente los eventos (bodas, graduaciones, nacimientos) en las películas de mujeres, la acción (perseguir criminales, participar en peleas) en las películas dirigidas a la población masculina están basadas en historias.
[19] Además, las convenciones en el argumento de las películas orientadas al público femenino giran en torno a una serie de temas básicos: triángulos amorosos, maternidad sin un marido, romances ilícitos, el ascenso al poder y relaciones madre-hija.
En los discursos médicos de películas como la extraña pasajera (1942), Possessed (1947) y Belinda (1948), la salud mental se representa visualmente a través de la belleza, de la misma manera que la enfermedad mental se refleja en una apariencia más bien descuidada; es más, la protagonista femenina podía recuperar la salud si mejoraraba su apariencia física.
[31] Ciertos personajes arquetípicos aparecen en muchos woman's films: maridos infieles; el otro (el amante); la rival; la amiga de confianza, normalmente de mayor edad que la heroína; y el hombre asexual, normalmente caracterizado como entrado en años, que le ofrece seguridad y lujo a la protagonista sin exigir favores sexuales de ella.
Por ejemplo, Bette Davis en su papel doble en Una vida robada (1946) y Olivia de Havilland en "A través del espejo" (1946).
Se sobreentendía que una mujer no podía combinar una profesión y una vida familiar feliz, pero al mismo tiempo permitía a las mujeres echar un vistazo al mundo fuera del hogar, donde no tenían que sacrificar su independencia por el matrimonio, el trabajo doméstico y el cuidado de los hijos.
[42] Sin embargo, otros han argumentado que estos largometrajes muestran solo la perspectiva represora y que los espectadores deben entenderlos al revés para ser capaces de extraer un mensaje liberador.
[43] Críticos como Haskell critican el término “woman's film” en sí, ella alega que: ¿Qué puntualización puede haber más irrecusable respecto a las relaciones entre hombres y mujeres en América que la de la propia noción de algo llamado “woman's film”?