El tema que daba nombre al álbum, Rick's Café, permaneció tres semanas en los 40 Principales.
Christiania aprovechó la promoción para actuar reiteradamente por toda la región y en Madrid pero la inestabilidad seguiría marcando el destino de la formación.
Prescindieron del teclado y se convirtieron en un cuarteto dominado por la guitarra de Torres.
A finales del año 1997 consolidaron un nuevo repertorio de sonido psicodélico que ampliaba la tradicional vindicación del rock de los años setenta que solían sintetizar en su cancionero o directamente homenajeaban en los conciertos.
A raíz de la publicación del disco Christiania desarrolló una larga gira nacional durante 1998.
Participó, entre otros, el guitarrista-fundador, Pablo Palacios que, aunque durante los últimos años ha sido galerista de arte, nunca ha abandonado su dedicación a la música.