Su consumo se asocia a las celebraciones del mes de septiembre, en el marco de las Fiestas Patrias chilenas.
[1] No debe confundirse con el vino aun cuando se preparen de forma similar.
Es así que, mientras en la zona andina el término «chicha» siguió asociado a la bebida de maíz fermentado, en Chile y Cuyo, la expresión «chicha» pasó a denominar a las bebidas obtenidas de la fermentación de la uva y de diversas otras frutas.
[1][2] El clima mediterráneo y el suelo presente en la zona central de Chile facilitaron la propagación de la vid entre los siglos xvii y xviii, lo que llevó a la popularidad del mosto de la uva para la fabricación de chicha.
A su vez, el consumo masivo del producto, así como su producción, se difundieron de forma amplia entre Santiago y Concepción entre los siglos xviii y xix.