Chesil Beach (novela)
Edward ha intentado sin éxito acercarse sexualmente a Florence en el corto tiempo antes de su matrimonio.[2] Cuando la pareja está a punto de tener sexo por primera vez, el inexperto Edward eyacula prematuramente.Florence abandona el hotel y se dirige a la playa, Edward la sigue y discuten sobre lo sucedido, Florence deja en claro que nunca accederá a tener relaciones sexuales.Edward la acusa de haber mentido durante sus votos matrimoniales y se enoja aún más cuando Florence sugiere que podría acostarse con otras mujeres para aliviar sus deseos sexuales.La pareja se separa y su matrimonio es anulado, ya que no fue consumado.Ha vivido a la deriva, carente de fuertes intereses, sin grandes ambiciones, cómodo.Ya la primera frase de la novela describe la situación de forma precisa: "Eran jóvenes, instruidos y vírgenes aquella noche, la de su boda, y vivían en un tiempo en que la conversación sobre dificultades sexuales era claramente imposible[8]...eran demasiado corteses, demasiado cohibidos, demasiado timoratos...Apenas se conocían."Tanto Edward como Florence temen que ella sea 'frígida', esa palabra antigua, y ven ese estado como una aflicción o maldición sin remedio.Las diferencias sociales no tienen mayor relevancia en su relación y Edward es bien recibido en la familia de Florence, cuyo padre le ofrece trabajo en su empresa.No había ambigüedad: para tener sexo con cualquiera de ellas, tendrías que casarte.Incluso cuando Edward y Florence estaban solos, seguían vigentes mil normas tácitas.El optimismo de los recién casados respecto al futuro del país contrasta con su inseguridad y ansiedad en lo privado.Otra información con respecto a conflictos generacionales son la discusiones entre Florence y su madre sobre el papel de la Unión Soviética, estando Florence a favor y su madre en contra del sistema político que rige en el país.Si bien su padre también defiende posiciones conservadoras a favor del Imperio, contra los sindicatos y Europa, Florence, siendo una hija privilegiada, no se atreve a discutir con él, considerándose obligada por los muchos favores recibidos.Detrás de ella se encuentra "the Fleet", una laguna poco profunda influenciada por la marea.Ambas pertenecen a la Costa Jurásica y son Patrimonio de la Humanidad.[22] La última escena del libro está también enmarcada en la costa: "Permaneció en un silencio frío y justiciero en el crepúsculo estival, observándola correr a lo largo de la orilla, el sonido de su difícil avance apagado por las pequeñas olas rompiendo, hasta que fue un punto borroso que se alejaba en el inmenso camino rectilíneo de guijarros brillando en la pálida luz."[23] Jonathan Yardley señaló que: "La ficción de McEwan mejora cada vez más, e incluso cuando lo hace en un modo menor, como lo es aquí, es increíble.