Pertenecientes a la alta burguesía tenían una acomodada vida en el barrio berlinés Charlottenburg.
Fue educada por institutrices hasta que 4 años más tarde su padre se casó con Paula Lindberg, una importante cantante lírica.
Fue ella la que inició a Salomon en la belleza de la música y del arte mientras el nacionalsocialismo crecía en Alemania.
Para conjurar esta fatalidad, se puso a pintar urgentemente, con la decisión de “crear algo verdaderamente loco y singular”.
En menos de dos años ( 1940 –1942) creó una obra compleja que mezcla teatro, pintura y música.
La primera, delicadamente pintada, es bella a pesar del tema, la última, rezuma solo dolor.