[1] Estos monumentos son colocados en aceras, haciendo el hueco necesario para ser acogidos y encementados, formando ya parte de ellas, quedando su superficie superior casi al ras del suelo, siendo este sobrepasado solo por el leve espesor de la placa metálica.Este resalte sobre el nivel del suelo podría ser, tal como ocurre en la colocación de adoquines y baldosas, motivo para ocasionar un tropiezo al caminante.Esta inclinación podría equivaler a un gesto de respeto por la persona que se recuerda.Pero, especialmente, se quiere no dejar caer en el olvido la barbarie de los asesinatos cometidos, basados en el pensamiento nazi.En el año 1994 el artista había construido en su taller unas 250 piedras que fueron expuestas en la iglesia de San Antonio en Colonia.A partir de este momento, en los años sucesivos el proyecto tomó fuerza, se difundió ampliamente, adquiriendo gran importancia y convirtiéndose en el monumento recordatorio más descentralizado del mundo.[7] Los datos sobre las personas que fueron perseguidas, deportadas, asesinadas o prefirieron suicidarse ante la persecución que estaban sufriendo durante la época de la Alemania nazi se investigan por parte de distintas iniciativas ciudadanas, asociaciones, colegios, parientes y supervivientes.Tras la guerra, al quedar destruidas muchas casas, hubo calles completas que se convirtieron en espacios públicos como parques, polideportivos, etc.Más adelante, la instalación se extendió también a varias ciudades de España, Italia, Países Bajos y Hungría.