En su estudio se formaron además, fotógrafos como Antonio Pozzo, quien documentara con su cámara la llamada Conquista del Desierto que condujo el general Roca en 1879.
Allí se transformó en el primer fotógrafo en realizar retratos de tamaño real, que luego artistas utilizaban como base para colorear con pastel.
Al regresar a Nueva York, se reencontró con Gurney, aunque no queda claro si trabajó como su socio o como su empleado.
En 1854, había desarrollado un proceso primitivo para ampliar fotografías, y al año siguiente terminó su relación con Gurney.
Por esos años, retrató varias veces a John Wilkes Booth, el asesino del presidente norteamericano Abraham Lincoln, en su estudio.